La importancia del sérum en tu rutina facial
La importancia del sérum en tu rutina facial
Cuidemos nuestra piel. Una piel cuidada y en buen estado, es un indicador importante del autocuidado de las personas.
Raquel Alcolea. Farmacia Manterola. Tomelloso (Ciudad Real).
A diferencia de las cremas, el sérum es un cosmético con alta concentración de activos, capaz de llegar a las capas más profundas de la epidermis. Galénicamente, los sérums constan de texturas ligeras con una baja concentración de gelificante, esto hace que se cree una fina película sobre la piel que facilita la liberación modificada de sus ingredientes.
Dependiendo del sistema físico-químico del que estén formados, la presencia o no de polímeros, emulsionantes y agentes de consistencia, diferenciamos tres tipos de sérums en el mercado: texturas cremi-gel (indicadas para todo tipo de pieles), texturas hidro-sérum (penetran muy rápido y son los adecuados en pieles grasas) y texturas óleosérum (muy agradecidos en pieles más secas).
La diferencia galénica entre un sérum y una crema está basada: en su composición, en el sistema físico-químico del que estén formados y los activos y la presencia de polímeros, emulsionantes y/o agentes de consistencia que contengan cada uno de ellos.
El sérum no contiene ingredientes hidratantes oclusivos como la vaselina o el aceite mineral, y su textura es ideal para vehiculizar elevadas concentraciones de activos, y obtener así una mayor eficacia sobre nuestra piel para conseguir el objetivo deseado.
Independientemente de la concentración de activos que contenga el sérum, siempre nos debemos fijar en la fórmula final del producto, que es lo que realmente hace que sea más o menos eficaz, ya que, dependiendo de los ingredientes o vehículos de los que se acompañe, puede facilitar en mayor o menor medida la penetración de producto. Así nunca debemos comparar los diferentes sérums por su concentración de activos.
No hay una edad determinada para empezar a introducir el sérum en nuestra rutina cosmética, lo que es determinante, es adaptar nuestra rutina cosmética a nuestro tipo de piel y al estado de la misma en cada momento, y no a la edad cronológica.
La importancia del sérum en tu rutina facial Cuidemos nuestra piel. Una piel cuidada y en buen estado, es un indicador importante del autocuidado de las personas Por otra parte, un sérum no siempre tiene que utilizarse junto a una crema, hay pieles mixtas o grasas que con la aplicación del sérum es suficiente, y al contrario, cuando se trata de pieles más secas, si es necesario complementarlo con una crema. Y en cualquier caso, si estamos hablando de la aplicación de la rutina en la mañana, por supuesto, el protector solar será de aplicación indiscutible después del sérum, (en pieles mixtas o grasas), o después del sérum y la crema (en pieles secas).
Rutina cosmética
El orden en el que tenemos que aplicar el sérum en nuestra rutina cosmética es el siguiente:
1. Limpieza
2. Contorno de ojos
3. Sérum (en rutinas matutinas)
4. Crema
5. Protector solar
La limpieza es fundamental en cualquier rutina cosmética, después usaremos un contorno de ojos formulado específicamente para esa zona, y que a su vez nos protege de la alta concentración de activos que contiene el sérum, y que podría irritar esa zona tan sensible del contorno de ojos al aplicar el sérum directamente.
Con ayuda del gotero o dispensador, aplicaremos el sérum en la palma de las manos y a continuación lo distribuimos en frente, mejillas, barbilla, con movimientos ascendentes. No todos pueden aplicarse en la zona del cuello ya que esta zona es muy sensible y deberíamos evitar aplicar en esta zona sérums que contengan retinoides y alfa-hidroxiácidos.
El sérum normalmente viene en frasquitos con goteros o dispensadores, pero también puede venir en formato de ampollas, un formato más estable y que conserva activos que pueden oxidarse más fácilmente, como por ejemplo la vitamina C pura.
Podemos mezclar diferentes sérums, pero en este caso, siempre nos tenemos que fijar en la viscosidad de cada uno de ellos, y aplicar primero el más ligero y después el más denso.
Mi consejo es que nos inclinemos por rutinas que contengan un número reducido de productos y con una calidad contrastada, que nuestras rutinas sean adaptadas por profesionales a nuestro tipo de piel y al estado de la misma, e introducir en dichas rutinas los diferentes sérums, unos por las mañanas, y otros por las noches, incluso en noches alternas, así no saturaremos la piel y obtendremos un mayor efecto para conseguir el objetivo deseado.
TIPOS DE SÉRUMS
Según los activos que contengan y el objetivo deseado de la rutina cosmética, los sérums los podemos clasificar en:
SÉRUMS HIDRATANTES
Contienen normalmente ácido hialurónico de bajo peso molecular que penetrará en capas más profundas del estrato córneo o de alto peso molecular que nos proporcionaría un efecto más hidratante. Su uso está recomendado por la mañana y/o noche.
SÉRUMS ANTIOXIDANTES
Con activos antioxidantes como la vitamina C y ácido Ferúlico, que nos proporcionarán un efecto antioxidante, neutralizando los radicales libres inducidos por los rayos UVA/ UVB y la radiación infrarroja (IRA), que pueden provocar signos visibles del envejecimiento prematuro de la piel. Esta clase de sérums, también nos aportarán gran luminosidad en la piel. Su uso está recomendado preferiblemente por la mañana.
SÉRUMS ANTIARRUGAS
Son los que contienen activos transformadores de la piel como el retinol o los alfa-hidroxiácidos, retexturizan nuestro estrato córneo ayudando a la formación de colágeno y elastina. Su uso está recomendado por la noche.
SÉRUMS REAFIRMANTES
Contienen activos como factores de crecimiento y péptidos, tienen alto poder antiarrugas y reafirmante. Su uso está recomendado mañana y/o noche.
SÉRUMS DESPIGMENTANTES
Contienen activos despigmentantes, como ácido tranexámico, ácido Kójico, ácido glicólico, etc. Su uso está recomendado normalmente por la noche, pero dependiendo de la concentración de activos, también pueden incluirse en algunas rutinas por la mañana.
SÉRUMS ANTIACNÉ
Contienen activos seborreguladores, como el ácido salicílico, junto con otros ingredientes como la niacinamida, que ayudan a tratar las pieles más grasas. Su uso está recomendado por la mañana y/o noche